Entonces nos encontramos un día
curiosa aparición de carácter lúdico
deambulando entre bazares de Afrodita,
encapuchado con tu alma de marino romántico.
Fue el vino enjaulado en leña añosa,
y las damas con sus piernas suaves
que te embriagaron y te hicieron poeta lunático,
nutriendo tu sangre de un vocablo amoroso.
Valeroso vertiente de sonetos,
llevas contigo el áurea magna
de quienes reparten su alegría de vivir.
Minucioso para derramar tu tinta
sobre hojas plausibles de vigor,
una saga de letras elocuentes
escritas en el idioma de la magia.
Por eso te quiero amigo,
y me enorgullezco de tu presencia.
Porque proyectas sin mirar la luz profética
de la creatividad sin límites
y amancebas las muñecas de los perdidos
para que suelten gritos de belleza narrativa
Bruno Chiuminatto
(Dic. 2002)
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1 comentario:
Me acuerdo perfectamente en el tiempo que realizaste este escrito..
Te lo agradezco el recuerpo
ALIHUEN
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